martes, 8 de septiembre de 2009

CUANDO...



Cuando la suerte diga quiero, cuando el camino sea todo lo recto posible, cuando las mañanas se te desnuden para que puedas saciarte de sus pechos, de sus manos, de sus infinitas bocas. Cuando el Sol deje de ser una bola de fuego, cuando la tierra vuelva a ser una piedra redonda, cuando el niño sea niño, y el adulto vuelva a ser un poco más niño que adulto. Cuando el suelo de gusto pisarlo y el cielo de gusto mirarlo. Cuando la gente sea gente al fin, cuando la coraza sea gente también. Cuando las palabras no digan demasiado y los silencios nos hablen sin palabras... Cuando el momento sea lo único que valga la pena, cuando el futuro ya no sea un viejo huraño que nos mira con ojos de amenaza, cuando el pasado sea tu historia, simplemente, cuando todo sea más simple… Cuando el otoño sea un paso más hacía el invierno, y el invierno otro hacía la primavera. Entonces volverá el verano, y traerá de su cola un carrete de sueños, habrá para todos, cada uno el suyo, habrá para todos. Cuando encontremos el nuestro, nuestro sueño, volverá el verano. Aquel que se fue copiando el rostro del poeta exiliado. Aquel que se marchó sin saber porqué, ni a donde. Aquel que un día volverá cuando todo deje de ser un sí condicional, un cuando con condiciones… Entonces yo estaré a tu lado, conociendo lo que ahora desconozco, sin saber quien eres, destaparé las reliquias que se esconden a tu lado, y negociaremos deseos, y hablaremos de esas cosas que nadie habla.
Cuando vuelva el verano, tú volverás, aunque nunca estuviste, volverás. Entonces yo estaré a tu lado, conociendo lo que ahora desconozco, destapando reliquias, negociando deseos, y hablando de esas cosas… de esas cosas de las que nadie habla.

1 comentario:

  1. Guau, desconocía esta faceta poética tuya. Me ha encantado, en serio.

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