jueves, 1 de octubre de 2009

CARTA PARA ALIS


28/09/2009
Se alegró de conocerte, sí, se alegró. Pero se alegró más de no conocerte del todo. Que fue una noche, y eso está bien. Son otros los que se confunden, él no. Ya no. Pasaron muchas noches por su vida, y todas al final acabaron por vestirse de mañana. Camisa o camiseta, falda o pantalón, deportivas o tacón, al final siempre es lo mismo, la noche cansada de ser noche y rindiéndose al mañana. Es por eso que se alegró de no conocerte, de que fueras eternamente efímera. Se que lo pasaste bien, que te cuidó como nadie en tu larga vida. Pero él es así. Ya no va a postrarlo todo por nadie, no hay mujer ni hombre que valgan tanto la pena como para dejar su pena a un lado, y vaciarse en otras penas, en otras vidas. Sabes, él aprecia mucho su vida. Es algo que aprendió de niño. Duda de que solo haya una, pero por si acaso, la aprecia mucho. Y tú, tú… Tú fuiste la fuente en medio de aquella plaza a la que llegamos exhaustos, y bebimos, y el bebió más que nadie. También tú le dejaste beber más que a nadie, también él dejó que le bebieras. Pero llegó la mañana, era inevitable, a veces nos empeñamos en que las noches duren para siempre, pero solo son noches, luego, ya te dije, acaban vistiéndose de mañanas.
No te olvides, él no pretende que te olvides, recuérdalo como ese algo lejano que un día estuvo cerca. Él te recuerda como algo cercano que cada día más se aleja. Ya se que son formas de verlo… pero no te equivoques, él si se alegró de conocerte, y mucho más se alegró, de no conocerte del todo. Ahora podréis veros para tomar café o te, cerveza o vino. Pero os estáis arriesgando a conoceros demasiado. Y entonces es difícil que la marcha atrás no sea tormentosa. No este llena de perdones, rencores, orgullos mal curados que pretenderán ser los gritos inquisitorios que acaben por dirigirlo todo. Si sabéis más el uno del otro, empezaréis a creer que el otro forma parte del uno, o que el uno le debe algo al otro. No sé, son cosas de humanos, y vosotros lo sois. Nosotros lo somos. Él sabe que es deberle algo a alguien, no habla de riquezas, no habla de dinero. Habla de deber, deber de verdad, deber sentimientos, deber caricias, deber besos… Dice que es lo peor que le puede pasar a una persona que se considere cómo tal. Ahora es difícil que lo entiendas rubia, pero no le culpes, él se alegró mucho de conocerte, pero has de entender, que mucho más se alegra, de no conocerte del todo.


Firmado: El que te escribe.


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